La Vida Es Lo Que Pasa Mientras Planificas La Semana

Hoy tocó trabajar desde la hamaca. 

Vivir en un pequeño y rústico paraíso caribeño implica un cableado eléctrico acorde al de un entorno rural del sur global. 

¿Se lo imaginan?

Quizás no, si solo han venido de vacaciones. 

Para lxs locales, sin embargo, significa cortes de luz porque hay nubes, se cayó una rama o quién sabe, así que hay que estar acostumbradx a que los planes cambien. 

Si bien mis privilegios de citadina y el trabajo online me han permitido viajar y hacer hogar en este tipo de sitios, que se vaya la luz a la hora de una reunión implica respirar muy profundo a través de la certeza de que la vida una no la controla. 

Toca cambiar de planes y trabajar sin internet, desde la hamaca. 

Por suerte, esta ruta me ha enseñado que las necesidades urbanas no caben en la mochila y para disfrutar el camino toca contar con que todo siempre puede cambiar. 

Intentando unir esto con las exigencias de la vida en modernidad, he aprendido a dejar espacio en el calendario para los giros inesperados.

Los electrónicos siempre han de estar bien cargados y toca llevar un mapa de puntos SOS con buen internet y generador eléctrico. 

Prefiero una vida que transcurra lentamente, como en los pequeños pueblos.
Villamur – España

La vida es lo que pasa mientras agendas las tareas de la semana. 

Trabajar online desde el “paraíso” a veces requiere correr en busca de las salidas de emergencia. Cambiar la ética laboral por una que entienda que, literalmente, el mundo no se va a acabar si esa entrega se retrasa. 

No es fácil. Lo sabemos. El mundo moderno gira aún en torno a sí mismo. 

Pero los tiempos están cambiando, hace rato que lo estoy viendo. La vida freelance me sirvió para ello. 

Cuando valoro mi tiempo, valoro también mis recursos y lo que tengo que hacer para obtenerlos. 

Elijo bien los clientes con los que trabajo, calculo en detalle el dinero que cobro, distribuyo con cuidado el que tengo y cuido mucho hacia dónde dirijo el que gasto, haciendo lo mismo con mi tiempo, mi energía y mi atención. 

Pucón, Chile.

Así como una buena foto requiere las herramientas y el saber manejarlas para capturarla, también de eso hace falta para vivir una vida de ensueño. Lxs espectadorxs podrán obviarlo, pero quien hizo la imagen lo sabe y es eso lo que quiero demostrarles.

El compartirles ofertas de trabajo remoto cada quince días tiene una intención que va más allá de ayudarles a conseguir un trabajo que les funcione. Se trata también de demostrar cómo hago para llevar la vida que llevo, esa que más de mil personas miran por Instagram y dicen: ¿Cómo lo hace?.

Porque así como en la lista de requerimientos para vivir viajando tener mucho dinero es lo de menos, para poder vivir una vida donde premie la libertad hace falta mucho más que un trabajo con horarios flexibles. 

No cualquiera puede vivir de esta manera, estamos claros. Pero aún así, son muchxs quienes lo desean y mi intención es mostrarles la ruta que a mí me funcionó – y me sigue funciando. 

Explicarles de qué manera lo hago para poder trabajar desde la hamaca un día y desde la playa otro, para moverme por el mundo a mi ritmo, para vivir en el Caribe y tener el tiempo de explorar otras pasiones aparte de la que me da de comer. 

Mi contenido no les va a enseñar a ganar mucho dinero en poco tiempo. No sé cómo hacer eso.

Ni siquera sé cómo hacerme millonaria porque la verdad, no me podría interesar menos. Me interesa más bien tener libertad de tiempo, de movimiento y de corazón. 

¿Y qué sentido tiene? – Notas de viaje: Caraíva, Brasil.

Cualquier clase de cosas pueden pasarte por la cabeza mientras estás parada a un lado de la ruta haciendo dedo. Leer.

Moverme a través del mundo en la medida que se pueda. Tener la flexibilidad para cambiar de residencia cuando se me antoje y poder elegir relajarme un poco, en vez de halarme los pelos, cuando se va la electricidad en mi pueblo en pleno horario laboral. 

Me interesa más tener salud, tener paz, tranquilidad, antes que una cuenta bancaria cargada de plata que ni siquiera sé cómo gastarme. 

Pues a diferencia de la lógica capitalista, que nos enseña a autoexigirnos a niveles insanso 350 días al año para ojalá poder disfrutar de 15 de vacaciones, prefiero utilizar mi tiempo de manera consciente y regulada. 

Organizarme de manera que logre cumplir con todas mis tareas mensuales, trabajar lo que necesito para cubrir mis gastos y ahorrar lo necesario, sin saturarme. Sin auto-explotarme. Dejando espacio en el horario para lo impredecible que es la vida. 

Hace años que no me tomo vacaciones largas. Quién sabe si alguna vez volveré a hacerlo.  Lo que he hecho ha sido organizarme de manera que el trabajo que tengo y que quiero hacer no se me torne una carga, sino algo que puedo atender con constancia y disciplina, pero siempre dejando espacio para darme un paseo al río en mitad de la tarde, o apagar el computador 3 días seguidos para así disfrutar de la familia, lxs amigxs, el sol y esta vida tan divina que a mucho esfuerzo me he construido. 

La Vida Simple, el Vivir de Vacaciones y la Vuelta a lo Real

Si todo el dinero con el que vives normalmente trabajando 40-45 horas lo pudieras hacer en 20 horas o menos ¿Trabajarías menos?. Leer.

La vida es lo que pasa mientras haces to-do lists y te apuras para alcanzar metas de rendimiento que ni siquiera te pusiste tú, te las puso alguien que dijo que ese era el camino del éxito. 

Pero el éxito es distinto para todxs.

Quizás es muy hippie lo que estoy diciendo, pero me alegra saber que en un mundo tan inestable como este, en el que millones de personas de mi edad se encuentran inmersos en una máquina que no les representa los beneficios que promete, yo he logrado conseguir un dejo de estabilidad y muchísima felicidad haciendo precisamente aquello que siempre soñé hacer: Escribir, viajar, hacer música.

Para mí, eso sí que es un éxito.

Para ti ¿Qué significa el éxito?

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