Ser Freelancer vs. Trabajar Remoto

Ser freelancer podría ser una subcategoría del trabajo remoto. No es lo mismo, puesto que si bien el freelancer trabaja de manera remota, lo hace de una manera muy particular.

Yo, por ejemplo, soy freelancer.

Si bien no es algo que funcione para cualquiera, para mí ha sido la manera ideal de trabajar y en este post te explico precisamente por qué, además de contarte en detalle qué es ser freelancer y porque puede o no que te convenga.  

¿Qué es un freelancer?

Un freelancer es una persona que trabaja de manera independiente. En vez de tener un contrato fijo de trabajo con una sola empresa o empleador, el freelancer trabaja con varios contratos y proyectos a plazos definidos. 

El freelancer trabaja por su propia cuenta, ofreciendo sus servicios profesionales sin establecer contratos de exclusividad. 

Por ejemplo, hay periodistas que trabajan con un único medio o agencia, con quienes tienen un contrato de exclusividad laboral y reciben un sueldo fijo a fin de mes. Otrxs, como es mi caso, trabajamos por nuestra cuenta ofreciendo servicios externos y atendiendo a varios clientes a la vez. 

Durante la pandemia, así como muchos se volcaron al trabajo remoto otros se volcaron al mundo del freelanceo: En 2020 Workana, uno de los sitios líderes de búsqueda de trabajo para freelancers, experimentó un aumento de 42% de usuarios en América Latina.

trabajar viajando venezuela
Mérida – Venezuela.

¿Por qué elegir ser freelancer?

Son muchas las razones por las que alguien podría elegir ser freelancer. Te voy a contar específicamente por qué elegí ser freelancer y pretendo mantenerme en esa línea. 

Razón #1: Libertad 

Ser freelancer es tener la libertad de trabajar a tu ritmo, desde donde tú elijas y para quien tú quieras.

Ser freelancer es algo así como tener tu propio negocio: Eres tu propio jefe, ofreciendo una cartera de servicios elegida y desarrollada por ti misma para diversos clientes quienes confían en tu trabajo, los tiempos y el salario que en conjunto han acordado. 

Esto quiere decir también que tú estás a cargo de cuánto trabajas al mes y, por lo mismo, cuánto dinero ganas. Así como a un emprendedor cualquiera, te toca a ti salir a buscar tus clientes, los cuales llegan principalmente a través de recomendaciones y auto promoción. 

Al ser freelancer tienes la posibilidad de elegir los proyectos en los que trabajas y el precio que le pones a lo que haces. 

Ser freelancer te permite vivir viajando, que es lo que estuve haciendo desde 2017 hasta que llegara la pandemia y es lo que me posibilita haber establecido residencia en un pueblito en el Caribe. Como freelancer yo elijo dónde está mi oficina. 

Razón #2: Flexibilidad

El freelancer es una persona que administra sus horarios libremente. Si bien esto es un trabajo en sí mismo, pues el mercado laboral no nos ha acostumbrado a ello, si logras organizarte bien, vas a ser capaz de tener una flexibilidad que ningún trabajo de oficina puede ofrecer. 

Es así como hay semanas en las que trabajo tres días solamente, por ejemplo, y el resto del tiempo lo utilizo para cualquiera de las otras tantas cosas que disfruto, como ser dj, irme a explorar un lugar nuevo, escribir este blog o colaborar con distintos proyectos de acción social. 

Razón #3: Variedad

La verdad es que siempre me ha gustado hacer muchas cosas distintas. 

Si eres alguien que, como yo, se siente motivada con la diversidad de proyectos que caen entre sus manos, ser freelancer es lo ideal. 

Cada cliente es un mundo. Un buen freelancer es aquel que es capaz de adaptarse a variedad de proyectos, industrias, enfoques y requerimientos. 

Razón #4: Creatividad

Al ser freelancer toca ejercitar la creatividad. No sólo en tu trabajo, sino también en la manera en la que te promocionas a ti misma. 

Si bien tienes más libertad para proponer nuevas ideas, también estás obligada a hacerlo ya que de alguna u otra manera tendrás que destacar entre el montón. 

En estos días en los que cualquiera se inscribe a una plataforma de freelancers y ofrece hacer lo que sea por 5 dólares, toca encontrar la manera de resaltar no sólo por tu talento y profesionalismo, sino también por lo que tienes para entregar a tus clientes. 

Razón #5: Economía y Simplicidad

Trabajar como freelancer te permite gastar menos dinero en transporte, no tienes que ser parte de ambientes de trabajo que te incomoden y a la vez puedes elegir perfectamente en dónde vivir. 

A mí, que me gusta vivir en sitios rurales y cerca del mar, el ser freelancer me conviene un montón. Por una parte vivo donde quiero y por otra me ahorro dinero, abarato costos y puedo, incluso, elegir trabajar menos. 

Ser freelancer me permite vivir una vida más simple y, por lo mismo, me hace mucho más fácil el moverme de un lado a otro cada vez que así lo decido. 

Así mismo, como freelancer puedo ganar mucho más dinero del que ganaría en un trabajo fijo, pues el valor de mi trabajo se determina por la calidad que entrego y mi capacidad de encontrar cada vez mejores clientes. 

La vida es lo que pasa mientras planificas la semana

Como freelancer y viajera, he tenido que acostumbrarme a los cambios de planes.

¿Por qué no ser freelancer?

Ser freelancer es chévere, pero a veces no tanto. Hay algunas personas que no podrían ser freelancers, estoy segura. Así que si te aplica alguna de estas opciones y no crees que puedas trabajar para cambiarlas, mejor buscar otras opciones:

#1: No tienes organización financiera

Un freelancer no tiene días de vacaciones programados y por lo mismo, tampoco tiene una cobertura laboral en caso de enfermedad o accidente. 

Esto es un punto importante a tomar en cuenta, pues si no trabajas, no ganas dinero, así que a no ser que seas bien consciente de tus gastos y tus ingresos, y sepas organizarte con respecto a ellos, lo mejor es que no te lances. 

Para algunos freelancers, la solución a este problema es tener un negocio que les permita seguir teniendo ingresos pasivos. 

Los ingresos pasivos son aquellos que llegan incluso cuando no estás trabajando, como la venta de un producto digital o un servicio de afiliación automatizado. Sin embargo, esto no es algo que se logre de un día para otro. 

#2 – No sabes cómo organizar tu tiempo

Como expliqué antes, la organización es esencial para ser freelancer, pues tienes que saber cómo mantener tus propios horarios de trabajo, cumplir con tus compromisos y ordenar tanto tiempo como tareas. 

Hay personas para quienes esto no es factible, pues necesitan la presión externa de alguien que les diga cuándo entregar, entrar y salir de trabajar. Eso es perfectamente entendible, pero si quieres ser freelancer, es probable que no te sirva. 

#3 – Tienes menos garantías y más responsabilidades

Como ya ves, ser freelancer es tener toda la responsabilidad en tus manos y la verdad es que no a cualquiera le conviene ese riesgo. 

Nada te garantiza que encuentres el trabajo que quieres o que tengas el dinero suficiente para llegar a fin de mes. Ser freelancer es un sube y baja constante en el que puedes tener épocas muy buenas, pero también épocas muy malas – y por lo mismo, toca prepararse para ello. 

Hay quien dirá que ser freelancer es más riesgoso y puede ser que sí, pero personalmente, nunca he creído en la estabilidad del trabajo fijo: ¿A cuánta gente no le han anulado su contrato por temas que se salen absolutamente de su control? 

Para ser freelancer hace falta determinación, confianza y autocontrol. Si ya vienes con esto ejercitado, tienes más posibilidades de lograrlo pero eso no quiere decir que no se pueda empezar por algo. 

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Gracias a ser freelancer, pude vivir 3 meses cuidando una casa de campo en el sur de Francia sin preocuparme de cómo comer.

¿Qué se necesita para ser freelancer?

Lo primero y principal para ser freelancer es tomar la decisión de ir a por ello. Quizás te tome un par de años salir del trabajo fijo para vivir enteramente como freelancer – fue mi caso – o quizás no tengas nada que perder ahora mismo y simplemente puedas lanzarte a ello. 

Sea como sea, la única manera de saber si esto es para ti es haciéndolo y viendo qué pasa. 

Para ser freelancer no necesitas tener un título universitario y cada vez más son las profesiones para las cuales esto se presta. 

Si bien lo más común en el mercado freelancer es el trabajo en áreas de diseño, marketing, redacción o programación, también se puede ejercer la abogacía, la administración, la arquitectura o la ingeniería. 

Lo importante es tomar los pasos necesarios para ir generando tu propia cartera de clientes: Desde armar un portafolio bien presentado y ponerle un precio justo a tu trabajo, hasta elegir tu área de especialización o nicho, equiparte con lo necesario y comenzar a buscar clientes.

Entonces ¿Quieres ser freelancer? 

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