Cómo planificar un viaje largo

Si estás leyendo esto tienes claro que quieres lanzarte a la ruta por un largo plazo, pero ¿a dónde? ¿cómo? ¿cuándo? ¡¿por qué?!. Todas estas preguntas seguramente están corriendo por tu cabeza – y con mucha razón, pues son esenciales al momento de empezar a planificar un viaje largo. 

Partamos por lo primero y es ¿Por qué quieres viajar?. Siéntate en un lugar tranquilo, deja el celular y las distracciones a un lado y piensa bien qué es lo que te hace querer salir a la ruta. ¿Qué buscas? ¿Qué quieres ver? ¿Cuáles son tus expectativas?. La respuesta a estas preguntas debe ser lo más sincera posible, total, nadie se va a enterar a menos que se lo cuentes. 

¿Por cuánto tiempo?

Saber por cuánto tiempo esperas viajar te dará una idea mucho más realista de todo lo que requieres para hacerlo realidad, y aunque este post va dirigido a planificar un viaje largo, sólo tú sabes a qué me refiero con “largo”. Sean un mes, tres meses, un año entero o hasta que te aburras, tener un tiempo estimado en mente ayuda bastante.

¿A dónde?

Al ya tener una idea del tiempo y las expectativas se hace más fácil elegir el destino. Si bien muchas veces una ya tiene un país, región o continente en la cabeza, no falta la viajera que mira al mundo con ganas de comérselo entero – en especial para las primerizas – pero por algún lado habrá que comenzar. 

La primera vez que planifiqué un viaje largo esperaba llegar desde Santiago de Chile a Ushuaia en no más de lo que dura el verano. Resultó que Chile es larguísimo y mi capacidad para quedarme pegada en los lugares una muy especial, así que en la misma ruta fui ajustando las expectativas y aunque no llegué ni al final de la Carretera Austral – y apurada, porque hacía mucho frío -,  jamás me arrepentí de no haber llegado a Ushuaia, ya que más que el destino lo que esperaba de este viaje era darle espacio a la espontaneidad y la aventura. 

Puede que este sea tu caso o puede que no. Independientemente, al elegir lugar de dónde partir y empezar a planificar la ruta ten en cuenta que los planes cambian, que el mundo es extenso y ver todo lo que hay que ver en Europa en un mes quizás sea posible, pero es muy apurado, cansador y sobre todo caro. Nada que ver con el mochileo. Entonces, mejor no subestimar las distancias y los tiempos, sino acotar los destinos a tus intereses, a ver y vivir aquello que realmente sientes que no te puedes perder, sacarle el máximo provecho a tu tiempo y disfrutar la experiencia. 

Un callejón de la Medina en Essaouira, Marruecos.

Un callejón de la Medina en Essaouira, Marruecos.

¿Cuándo?

Cuando no tienes el tiempo delimitado por un período de vacaciones ni hay un pasaje aéreo que te marque una fecha, definir cuándo vas a viajar se vuelve difícil, sin embargo, eso no es excusa sino más bien una razón aún más fuerte para ponerle fecha. 

Elige un día y márcalo en el calendario. La espera se va a hacer larga así que procura cada día hacer algo que cuente para el viaje, de esa forma no te va a agarrar desprevenida con una lista de pendientes enormes, ni tampoco te vas a ver tentada a continuar corriendo la fecha. 

Créeme, cuando una se pone metas es muy importante también ponerles fecha límite y aunque todo cambia y nunca vas a estar 100% lista, olvídate de seguir posponiendo la partida, pues a la previa no le cuesta nada volverse infinita. 

Ahora, vamos a lo práctico:

Este es el momento en el que se vuelve útil el hacer una lista de pendientes, anotar todo en categorías e ir resolviendo pasito a pasito. Al principio, podrá parecer como un mundo de trámites o, si eres como yo, pensarás que todo es sencillo y se podrá resolver unos días antes. GRAN MENTIRA. Así que para no tener que encontrarte con que se acerca la fecha y no estás preparada, será lo ideal que cada día vayas completando algo, aunque sea la más mínima cosa.

El Dinero:

Aunque la idea de mochilear sea precisamente viajar con poco, siempre vas a necesitar al menos un pequeño colchón de ahorros con el cual partir. Mientras mayor sea este más seguridad tendrás de estar cubierta y preparada para cualquier emergencia que pueda aparecer. Tarjetas bloqueadas, vuelos perdidos, problemas de salud, pérdidas o robos… Cualquiera de estas cosas puede ocurrir, así que mejor estar preparada y empezar a ahorrar.

El tema del dinero en los viajes da para mucho más que sólo los ahorros, y al planificar un viaje largo es importante que tomes en cuenta también las formas de hacer durar esos ahorros lo más posible. Por lo mismo,  aquí te dejo una lista de posts anteriores respecto al dinero en los viajes que no deberías dejar de leer:

isla de Zapara en Venezuela

Isla de Zapara, Venezuela.

La investigación:

¿Qué quieres hacer y dónde puedes hacerlo? ¿Cómo ha sido la experiencia de otros viajeros ahí? ¿Qué normas culturales debes tener en cuenta? ¿Qué tal el idioma? ¿Algo a lo que prestar atención al estar viajando sola? Todas estas preguntas y muchísimas más es necesario que te las hagas.

Al planificar un viaje largo está bueno dejarle espacio a la aventura, pero no significa que no debas investigar un poco tus destinos con anterioridad. Ello puede ser la diferencia entre disfrutar un montón o pasarla mal una vez ahí, así que no lo subestimes.

Con esto no estoy diciendo que te armes una biblioteca de guías de viaje, bastará con hacer unas cuantas búsquedas en Google, revisar las noticias de actualidad sobre el lugar y blogs de viajeros que hayan estado antes por ahí, incluso encontrar grupos de Facebook que te puedan ser útiles (Te recomiendo darte una vuelta por este y este), lo que sea que te permita conocer más detalles de cada destino e irte haciendo ideas de cómo aprovecharlo mejor.

Alojamiento:

Bien sabido es que una de las cosas que más se llevan el dinero en los viajes es el alojamiento, así que procura ir explorando tus opciones antes de partir: Los hostales siempre son lo más económico, pero no descartes opciones gratuitas como Couchsurfing o Housesitting y procura incluir voluntariados para así abaratar costos y tener hospedaje por largos plazos a cambio de algunas horas de trabajo – Plataformas como Worldpackers y Workaway son muy útiles en este sentido.

Así mismo, no dejes de lado la opción de acampar; si bien puede ser una paja el estar cargando con la carpa y el saco a cuestas ellos te entregan una autonomía tremenda, en especial si eres de las que disfruta más de la naturaleza que las grandes ciudades. En mi caso, decidí dejar la carpa en casa cuando me fui a Brasil por 4 meses, sólo para terminar arrepintiéndome y comprando una en la ruta, pues no me quise perder la experiencia de dormir gratis en medio de la selva en la increíble Chapada Diamantina.

Cualquier lugar es un hogar cuando llevas la carpa contigo. Aquí nos recomendaron dormir los locales en Hueyusca, un pueblito perdido al sur de Chile.

Traslados:

Al planificar un viaje largo encuentro que la idea de comprar todos los pasajes por adelantado es un poco absurda y le resta demasiado a la aventura que significa lanzarse a la ruta a largo plazo. A excepción de vuelos internacionales o pases de tren como el Eurail lo más probable es que no necesites planificar los traslados con más de un par de semanas de antelación.

Para encontrar pasajes de avión baratos, recomiendo páginas como Skyscanner, MomondoKiwi. Algunos trucos de experto para asegurarte ofertas son:

  • Utilizar un VPN o el modo incógnito de tu explorador al hacer cada una de tus búsquedas.
  • En Skyscanner y Kiwi puedes ver un comparativo de las mejores tarifas al seleccionar la búsqueda por mes en vez de por día. Para esto, selecciona un viaje sólo de ida.
  • Hazte amiga de las aerolíneas low-cost y viaja ligero, el equipaje chequeado sale caro y nunca vas a necesitar llevar tantas cosas como crees (pero eso lo explico más adelante).

Para viajes internacionales en un país donde no tienes residencia – o dentro del espacio Schengen en Europa si no tienes pasaporte de la Unión Europea – necesitarás tener un pasaje de salida antes de abordar tu vuelo. Este pasaje puede ser uno de bus o, en el caso de la Unión Europea, cualquiera que te saque del espacio Schengen. Cuando viajé con sólo boleto de ida a Barcelona, por ejemplo, ya tenía comprado un vuelo a Marruecos para el mes siguiente a mi llegada.

Por otra parte, si viajas en bus o colectivo necesitarás aún menos antelación para la compra. Buscando en internet te puedes hacer una idea de los precios y las rutas, pero, al menos en Latinoamérica, Marruecos – y por lo que he escuchado en Asia también – las mejores ofertas las encontrarás preguntando en el terminal mismo y comparando entre distintas compañías, pues sólo las empresas más pro suelen estar en internet (resultando ser también las más caras).

Si vas a viajar a dedo, procúrate principalmente un buen mapa de carreteras y revisa la Hitchwiki para tener mejor información de los protocolos y detalles del autoestop en cada país – Prometo publicar pronto otro post con consejos más detallados sobre esta forma de viajar, pero por ahora, Hitchwiki te servirá de mucha ayuda.

Ten bien en cuenta dentro de tu planificación los tiempos legales de permanencia en cada país, la mayoría de los permisos de turista abarcan no más de 90 días seguidos, renovándose automáticamente si sales del territorio, pero en casos como el de la Unión Europea eso no vale, pues sólo podrás permanecer en su territorio 90 días dentro de 180, o sea, que al terminarse el período inicial tendrás que salir del territorio y esperar 90 días más para volver a entrar.

Postal de Bruselas, Molenbeek.

Bruselas, Bélgica.

Trámites generales:

Aquí entra todo lo que tiene que ver con visas, pasaporte, tarjetas bancarias, permiso de conducir – si piensas arrendar un auto/moto en algún punto de la ruta o incluso para conseguir trabajo te puede servir de mucho -, seguro de viaje, vacunas y demás documentos o asuntos que necesitas resolver antes de viajar.

Procura informarte bien acerca de los requisitos de visas y permisos para tus viajes internacionales y recuerda que la regla general es tener un pasaporte con mínimo 6 meses de vigencia para viajar. En Sudamérica, gracias al convenio Mercosur, residentes de países como Colombia, Argentina o Chile pueden viajar a casi todos los países del Cono Sur con nada más que su cédula de identidad, pero infórmate bien y por adelantado. Nada peor que llegar al aeropuerto o la frontera y descubrir que te arruinaste el viaje por no haber averiguado bien los requisitos para entrar a algún lado antes de partir.

Además, el planificar un viaje a largo plazo significa que algo vas a tener que hacer respecto al lugar en el que ahora vives y lo que ahí dejas. Si se trata de cancelar un contrato de alquiler o servicios, incluso el decidir dónde vas a dejar las cosas que no te llevas o venderlo todo y quedarte con nada más que la mochila y lo puesto, necesitarás arreglar cada uno de estos asuntos con la suficiente antelación.

Termas Del Cajón Del Maipo, Chile

Cajón del Maipo, Chile.

Equipaje:

Al planificar un viaje a largo plazo es fácil angustiarse con el tema del equipaje y pensar que vas a necesitar llevarlo TODO. Esto es una muy mala idea, pues si andas con la mochila encima, o incluso con una maleta de ruedas, al tercer día de viaje ya no vas a soportar andar cargando con tanta cosa. Me atrevo a decir que 40% de las cosas que empacarás inicialmente no las vas a necesitar tanto como pensabas, así que olvídate de los “por si acaso”  y las 50 mudas de ropa interior y elige empacar ligero.

Funciona mucho el ir armando el equipaje la semana antes de viajar, así tendrás tiempo para descartar cosas, sentir el peso de la mochila e irlo ajustando y comprar lo que sea que te des cuenta que falte y sea realmente necesario.

Cuando se trata de ropa, cosméticos u artículos de uso personal, lo más probable es que puedas encontrar cada una de esas cosas en la ruta – a veces hasta más barato que en casa-, así que preocúpate más por invertir en una buena mochila, saco y carpa – u otro equipamiento técnico como chaquetas o zapatos de trekking – que serán los verdaderos salvavidas y acompañantes estrella de tu viaje, por lo que será mejor no escatimar en gastos y asegurarte que te aguanten el trote. El resto, como dije, se puede ir consiguiendo en el camino.

Como mencioné, la mochila es importante: Yo viajo con una Quechua ergonómica de 40lts. Es hecha específicamente para mujer así que se ajusta perfecto a mis medidas, cosa súper importante cuando consideras que vas a andar cargándola por meses como una tortuga lleva su caparazón. Además 40 litros es, en mi opinión, el tamaño ideal pues bien empacada cabe sin problemas dentro de la cabina de un avión – Incluso para Ryanair -, y en ella alcanzo a llevar todo lo que necesito.

Si compras una mochila de 80 litros vas a querer empacar los 80 litros, sólo para darte cuenta después que se hace imposible el andarla cargando, así que mejor ir por un tamaño cómodo. Como expliqué antes, verdaderamente no vas a necesitar tantas cosas como piensas.

Procura llevar contigo un pequeño botiquín de primeros auxilios, no en todos los lugares va a ser fácil conseguir ibuprofeno, antialérgicos o medicamentos para el estómago, así que trata de llevar un pequeño stock contigo, nunca sabes cuándo lo vas a necesitar. Si tomas alguna medicina específica, puedes averiguar por internet si esta se consigue en los países que visitarás, en el sitio de Vademecum encuentras el equivalente en otros países de medicamentos específicos buscándolos por su nombre.

En cuanto a tampones, toallas sanitarias y demás, estos se consiguen en cualquier supermercado en cualquier lugar, aunque tanto yo como muchas otras viajeras recomendamos al 100% la copa menstrual.

Mercado en San Pedro de Atacama, Chile

Si llevas demasiado equipaje no vas a tener espacio para aprovechar todas las cosas lindas de los mercados locales. San Pedro de Atacama, Chile.

Una ñapa

En mi país se le dice ñapa a esos regalitos que te lanza el vendedor como favor, y aunque yo no te esté vendiendo nada sí quiero que te vaya bonito, así que para cerrar este post tan largo, pero tan útil – espero – te dejo una lista de aplicaciones y recursos que me han salvado más de una vez en la ruta y te podrían salvar a ti también.

  • iOverlander: Funciona incluso sin internet y te incluye mapas señalizados con datos de dónde conseguir camping, hostales, Wi-Fi, duchas calientes y hasta sitios donde acampar libremente – o sea sin pagar. Un salvavidas que nunca me falla. Disponible para iOS y Android.
  • Warmshowers: Creada especialmente para viajeros en bicicleta, esta app te otorga toda clase de datos de ruta y hasta alojamiento gratuito, conectándote con una red tremenda de viajeros ciclistas alrededor del mundo. Disponible para Android.
  • Hostel World: Si bien es una simple app para conseguir alojamiento, tiene muchas más opciones adaptadas al mochilero que Booking. Disponible para iOS y Android.
  • Meetups: Viajar sola se puede volver solitario, no se puede decir que no, así que Meetups es una excelente aplicación para no sólo conocer gente, sino además hacerlo a través de alguna actividad interesante como una cata de vinos, una sesión de trekking o un conversatorio público donde practicar idiomas. No todos los eventos son gratuitos pero la app sí. Disponible para Android.
  • Maps.me: Mapas descargables para chequear incluso sin internet. Para qué decir más. Disponible para iOS y Android.
  • XE Currency Converter: Una app confiable para conocer el cambio actual en donde sea que estés. Disponible para iOS y Android.

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