Nueva columna de viajes y una oda al Couchsurfing

Texto y fotos por: Ma. Virginia Parra.

Cuando uno habla de viajes, tanto de haberlos hecho como querer emprenderlos, uno de los comentarios más frecuentes con los que se topa es “me encantaría pero no tengo dinero”. Diría que es precisamente este el “obstáculo” más común, yo misma soy culpable de haber dicho o pensado esa frase y descartar un montón de planes por pensar que sería necesario robar un banco para realizarlos. Pues bien, escribo todo esto porque en el último año me he dado cuenta de algo increíble, impresionante, maravilloso y vengo a contárselo: Viajar con muy poco dinero no solo es posible, sino muy fácil, y me atrevería a decir que incluso mejor que haciéndolo con la billetera llena.

La idea de esta columna me va dando vueltas desde hace rato, porque el secreto de viajar siendo veinteañero, con sueldo de veinteañero es uno que varios hemos ido conociendo de a poco pero no todos revelan, y la verdad es que yo no sirvo para guardar secretos, así que aquí vamos y empezamos con una oda a la mejor herramienta del viajero pobretón: Couchsurfing.

Lo que más me gusta de Couchsurfing es que te hace recobrar la confianza en el mundo, porque la gente buena onda existe y son muchos más de lo que a veces creemos. Se trata de una especie de red social donde miles de viajeros comparten un sofá, una habitación o una colchoneta en sus casas para que otros miles de viajeros se hospeden gratuitamente en su destino.

Couchsurfing

Mario y Palenque, los queridos amigos que Couchsurfing me dejó en Mendoza.

Ahora, muchas veces cuando le hablo de esto a la gente me miran con cara de asombro y preguntan que cómo se me ocurre dormir en casa de un extraño, pues aquí es cuando entra en escena el sentido común, el instinto, la mente abierta y por supuesto, un poco de precaución.

Al momento de seleccionar un destino y tiempo de estadía empiezas a revisar los perfiles de los hosts o anfitriones a disposición. De aquí se trata de elegir cuidadosamente, de acuerdo a la información de cada perfil y todas las preguntas que desees hacer a tus posibles anfitriones, con quien planeas compartir espacio. Cosas como los intereses en común, la ubicación del lugar, las referencias de otros viajeros y lo que cada uno busca de su experiencia en Couchsurfing son sumamente importantes al momento de elegir.

Como recomendación personal te diría que empieces la búsqueda con algo de anticipación, de esta manera puedes intercambiar mensajes con los posibles hosts y resolver así todas tus dudas hasta que te sientas lo suficientemente seguro como para concretar tu estadía. Por supuesto, aquí tiene mucho que ver también tu instinto y como el propio equipo de Couchsurfing recomienda: Si algo, lo que sea, te hace sentir incómodo, sigue buscando.

Igualmente, procura tener un hostel u otros anfitriones de respaldo en caso de cualquier cosa rara. Si por la razón que sea sientes que es mejor irte por otro lado, incluso teniendo pie ya en tu sitio de hospedaje, hazlo y no te preocupes de parecer mal educado o lo que sea. Tu seguridad y comodidad siempre va a ser lo más importante, en especial cuando andas viajando por un nuevo destino.

Una vez que hayas analizado y conversado tus opciones, solo queda que pongas de tu parte para pasar un excelente rato, y aunque la cosa es totalmente gratis, nunca está de más llevar algún regalito o intercambiar tus conocimientos con tu host a manera de agradecimiento. No tiene que ser lo más lujoso ni complicado (por algo estamos viajando con presupuesto limitado), a mí por ejemplo me encanta preparar una comida típica de mi país o reservar un tiempo para pasear por el lugar en compañía del host. Por experiencia puedo decir que una de las cosas más bonitas de Couchsurfing es el poder generar una amistad con los locales, quienes siempre van a conocer los mejores sitios dónde ir y todas las claves culturales o pequeños secretos que tu destino esconde.

Así mismo, es maravilloso hacerse parte de la cadena y ser no sólo un viajero, sino también un host en tu ciudad.

Al ingresar a esta comunidad te darás cuenta que existen toda clase de redes, como reuniones semanales o mensuales en la que hosts y visitantes se juntan a compartir aventuras y continuar conociéndose, así que incluso estando en casa puedes seguir viviendo la hermosa experiencia de explorar y descubrir lugares y personas nuevas tal cual como lo harías con tu mochila a cuestas.

¿Has usado Couchsurfing alguna vez? ¿Qué tal esa experiencia?

 

 

ESCRIBE UN MENSAJE

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *