San Pedro de Atacama – Una galaxia más allá

Cuando hablamos de hacer turismo en Chile San Pedro de Atacama es de los lugares que no faltan en ninguna lista. Esta pequeña localidad  en la región de Antofagasta, al norte del país, es la puerta de entrada al desierto más árido del mundo. Un territorio seco y hostil, pero no por ello menos impresionante.

De mi primera vez pisando el desierto puedo decir que me impactaron sus texturas y surcos. Desde arriba en el avión el altiplano se ve como arrugas sobre la piel de la tierra. Como se ve en detalle la piel de una bisabuela indígena que ha vivido bajo el sol y el polvo desértico su vida entera.

valle de la luna san pedro de atacama

El silencio es también otra de esas grandes sorpresas. Paseando por las Lagunas Escondidas me impresionó la ausencia total de eco. Aquí, en esta vastedad infinita se esconden pozos de agua salada, tan salada que el cuerpo flota solo y aunque quieras hundirte no hay manera de hacerlo. Me imagino esa sensación como algo muy cercano al volar: Vas deslizándote sobre un agua lisa, turquesa glacial en su forma más imperturbada, mas el movimiento de cuerpos entrando y saliendo les entrega, a aquellas donde es apto el baño, un color lechoso en su orilla y un azul profundo al centro.

lagunas escondidas san pedro de atacama

Lagunas Escondidas de Baltinache.

El desierto me recordó, por momentos, a la Guajira venezolana. Mas a lo lejos miro los volcanes, cerros y cordilleras y me doy cuenta que estoy en medio de un paisaje de otro planeta. Esta planicie seca y rojiza, en la que incluso el aire te raspa la piel, se extiende al borde de las cumbres nevadas del altiplano, volcanes activos y montañas profundas, bajo los cielos más claros del mundo.

San Pedro de Atacama en sí es un oasis. Un pueblo medio extraterrestre y no me refiero solo a su geografía sino incluso a sus transeúntes. Aunque mi paso fue breve y preciso, aún así dejo algunos tips para quienes se animen a visitarlo próximamente:

Qué hacer:

Quedarse unos cuantos días, arrendar un auto en Calama o una bicicleta en el pueblo de San Pedro de Atacama y ponerse a recorrer. Los tours privados son caros y en casi todos los lugares – Menos Los Ojos del Salar – se paga entrada, así que auto o bici son las opciones más accesibles si de verdad quieres dar vueltas.

En el pueblo se encuentran con el Mercado que es parada obligatoria para llevarse su souvenir altiplánico. En esa misma calle hay un rico restaurant que se llama El Huerto donde puedes comer un plato completo entre 3mil y 5mil pesos – de lo más barato que encontré porque la fama es cierta: San Pedro de Atacama es caro.

Dónde ir:

Dependiendo de tu tiempo y presupuesto el desierto tiene una infinidad de lugares, todos impresionantes y todos bien protegidos. Estuve súper poco tiempo así que no alcancé a visitar mucho pero las Lagunas Escondidas y el mirador del Valle de La Luna me hicieron sentir pagada.

Respeta estos lugares tanto como sus habitantes lo hacen.

Qué llevar:

Mucho bloqueador solar, sombrero, pañuelos para cubrirte del polvo y el sol, crema humectante o aceite de coco para la piel que se reseca un montón. Dinero en EFECTIVO, ropa fresca para el día, una chaqueta buena para la noche. Traje de baño para sumergirte en las lagunas y termas, un par de zapatos todo terreno y otro de sandalias.

Fue breve mi paso por San Pedro de Atacama y quedó mucho pendiente, pero ya nos encontraremos de nuevo. Ojalá les sirvan los datos y se disfruten ese paseo a otra galaxia.

 

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